La historia de Aguasalada comenzó donde el mar se encuentra con la pasión.
Narciso Castro Paredes, hombre de Huelva y del mar, llevaba años suministrando recambios a los
buques de pesca,
Tejía una relación de confianza con los marineros, escuchando sus historias y conociendo cada
rincón del Mediterráneo.
Un día, esos mismos clientes, los pescadores que admiraban su honestidad y saber hacer, le
hicieron una propuesta que cambiaría todo:
"Narciso, tú entiendes del mar. ¿Por qué no traes nuestro marisco directamente a la gente?"
Fue entonces cuando Narciso entendió su verdadero propósito. No solo conectar piezas con
máquinas,
sino conectar el mar con la mesa. Así nació Aguasalada: para que cada granadino pueda saborear
el auténtico sabor del Mediterráneo sin salir de la ciudad.
Hoy, cada plato que servimos lleva el mismo espíritu que esos recambios: conexión, confianza y
la promesa de que lo mejor del mar llega directo a tu mesa.
Porque Aguasalada no es solo una marisquería, es el puente entre la pasión de los pescadores y
tu paladar.